La situación judicial de Carlos Romero (66), dueño de un horno calero en Los Berros, Sarmiento, se agravó tras una denuncia de los familiares de Marcelo Oro (34), quien falleció el pasado 2 de octubre mientras trabajaba en el lugar. Según la querella, Romero habría amenazado a la familia para que aceptaran un acuerdo económico y así poner fin al juicio.
El abogado de la familia Oro afirmó que estas presiones ocurrieron después de que venciera la prisión domiciliaria que pesaba sobre Romero, único imputado en el caso. Ante esta nueva denuncia, el letrado solicitó que se le imponga una pulsera electrónica para evitar nuevos contactos que puedan interferir en la investigación. Además, pidió que Javier Romero, hijo del acusado, sea incluido en la causa, al considerarlo cómplice o partícipe en el homicidio.
Por su parte, desde la UFI de Delitos Especiales, los fiscales Ignacio Domínguez y Roxana Fernández respaldaron las medidas para prevenir el entorpecimiento del proceso. En cuanto a la posible imputación del hijo del acusado, señalaron que primero deben completarse algunas pruebas, como el análisis del celular de la víctima, antes de tomar una decisión al respecto
