El caso que investiga la muerte de un bebé en Jáchal y que tiene a un médico en la mira presentó novedad con la suspensión del acusado en sus actividades profesionales, tras la decisión del juez de Garantías Hugo Quiroga. Es que luego de imputarlo por homicidio culposo, la fiscalía pidió que el profesional de la salud no cumpliera funciones mientras se desarrolla la instrucción de la causa.
El médico que quedó en la mira es Rodrigo Quinsacara, quien está sospechado de haber confundido a una criatura en gestación con un tumor cuando cumplía tareas en el Hospital San Roque de Jáchal. Ante la grave denuncia, el Ministerio Público inició una investigación de oficio y avanzó con la formalización, en la que se le endilgó la imputación encuadrada en el artículo 84 del Código Penal.
La norma jurídica sostiene que “será reprimido con prisión de seis meses a cinco años e inhabilitación especial, en su caso, por cinco a diez años el que por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes de su cargo, causare a otro la muerte».
A pedido del fiscal Sohar Aballay, Quinsacara quedó inhabilitado en su trabajo de manera provisoria, mientras los hechos se investiguen durante los próximos 6 meses, que es el tiempo que se determinó para la Investigación Penal Preparatoria. Por su parte, el imputado permanece en libertad aunque vinculado a la instrucción judicial.
El caso trascendió en febrero, cuando se conoció que el fiscal Aballay investigaba preliminarmente la denuncia y más tarde tomó mayor estado público cuando la Fiscalía General informó sobre la concreción de la causa y la calificación en juego. La sospecha del fiscal es que el médico habría tenido un accionar negligente al atender a una paciente con dolor abdominal, que no sabía que estaba embarazada, y diagnosticarle algo que no tenía.
La acusación sostiene que, lamentablemente, la mujer que gestaba un embarazo desconocía la situación y el profesional tampoco lo advirtió, por lo que cuando otro médico intervino y descubrió el cuadro ya era demasiado tarde; como consecuencia la criatura había fallecido. Se desconocen las causas y frente a una presunta mala praxis la Justicia accionó sus mecanismos.
El hecho de que se conociera el nombre del profesional levantó polvareda en el ambiente de los médicos sanjuaninos, que defendieron -de manera informal- a su colega. Los mismos se expresaron a través de las redes sociales en contra de los medios y el trato de la noticia, por el perjuicio que Quinsacara sufría. Si bien está claro que no es culpable y que sólo es una sospecha la que carga sobre sus espaldas, para los médicos resulta injusto que su nombre haya sido publicado.
En otro orden, la abogada defensora, Josela Echegaray, aseguró que su defendido actuó como su deber manda y apuntó contra otros profesionales involucrados. A Diario de Cuyo, la letrada le dijo: «La verdad que no entiendo cuáles son los elementos o en qué se basa fiscalía para vincular al doctor Quinsacara con el fallecimiento de esa criatura. Él no ordenó una radiografía sino una ecografía y también análisis de sangre para saber si estaba embarazada, pero no se hicieron, también la interconsulta con un ginecólogo, todo está en el legajo y eso es lo sorprendente. Si el hecho es tan complejo como lo plantea Fiscalía, no sé por qué se circunscribe sólo a mi cliente».