Un episodio inusual causó alarma el pasado lunes en Rawson, cuando un llamado al 911 alertó sobre el hallazgo de una presunta granada. El aviso lo realizó un vecino, quien explicó que su hijo había encontrado el objeto mientras jugaba.
El comisario Julio Aballay explicó que, al llegar al domicilio, el hombre no se encontraba, pero luego se presentó y mostró el elemento a los efectivos. Por su apariencia, la pieza despertó sospechas, por lo que se convocó al grupo de explosivos.
Tras la inspección, los especialistas determinaron que no se trataba de un artefacto explosivo, sino de una pieza metálica similar a la bocha de una reja o parte de una cama. “Hubo preocupación por parte del personal y de los vecinos, pero se descartó cualquier riesgo”, señaló Aballay.
