Este lunes, pasadas las 12 del mediodía, la jueza Flavia Allende homologó el acuerdo entre la fiscalía y la defensa y condenó a prisión perpetua a Ariel Omar Pérez, conocido como el Guascazo, por el femicidio de Yanina Pérez. El caso fue caratulado como homicidio triplemente calificado: por alevosía, por el vínculo y por violencia de género. El crimen ocurrió en febrero de 2024, en el Cementerio de Angaco.
El juicio estuvo atravesado por momentos de fuerte tensión debido a la confesión del acusado y a su conducta agresiva durante las audiencias. Incluso, en la última jornada, Pérez admitió haber matado a Yanina y sostuvo que lo volvería a hacer, lo que obligó a la policía a intervenir para mantener el orden.
La familia de la víctima acompañó todo el proceso judicial y revivió el dolor al escuchar los audios amenazantes que Pérez le enviaba a Yanina luego de que ella lo denunciara, lo que había derivado en su despido de la Municipalidad de Angaco. Su hija había advertido: “Es un peligro que este hombre esté libre. Les pedimos que se tomen las medidas que deben tomarse”.
Tras conocerse la condena, la hermana de Yanina expresó entre lágrimas: “Mi hermana no podrá salir de donde está, pero él tampoco. Desde el principio siempre fue agresivo, violento, como se mostró hoy”.
La familia aseguró que, aunque el dolor persiste, sienten un alivio porque la justicia evitó que Pérez pueda volver a dañar a otra persona. “Es bueno saber que no le causará daño a nadie más. Voy a seguir luchando para que nunca tenga un beneficio”, concluyó.
