La mina de Gualcamayo, ubicada en el departamento de Jáchal, avanza hacia una ambiciosa reactivación. Así lo confirmó el empresario español Juan José Retamero, director de AISA Group, al anunciar que la empresa ya dispone de recursos propios para iniciar un plan de inversión que podría alcanzar entre 600 y 800 millones de dólares. El foco estará puesto en el desarrollo del sector conocido como “Carbonatos Profundos”.
En diálogo con el portal Minería & Desarrollo, Retamero detalló que ya se certificaron más de 3 millones de onzas de oro en ese sector, además de 300 mil onzas adicionales recuperables en el valle de lixiviación. Esto permitiría extender la vida útil del yacimiento por al menos 20 años, con un impacto positivo en la generación de empleo y la economía regional.
“En dos o tres años vamos a necesitar entre 600 y 1.000 trabajadores con total seguridad”, aseguró Retamero, quien agregó que ya comenzaron a diseñar planes de formación. “Esta semana decidimos comenzar a montar talleres para capacitar a quienes formarán parte del equipo. Las oportunidades de empleo son concretas y significativas”.
Para concretar este nuevo impulso, AISA Group presentó el proyecto ante el Gobierno nacional con el objetivo de ingresar al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), previsto en la Ley Bases. Este régimen otorga beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios durante tres décadas a proyectos que superen los 200 millones de dólares. “El RIGI nos da previsibilidad. Preferimos esperar un poco más si eso significa contar con reglas claras para los próximos 30 años”, explicó el empresario.
La compañía reestructuró su propuesta para centrarse, en esta primera etapa, en la construcción de una nueva planta de procesos y una mina subterránea. Otros proyectos como un parque solar y obras complementarias quedaron reservados para una segunda fase. No obstante, Retamero aclaró que no están descartados: “Podrían ejecutarse dentro de otro RIGI o bajo la ley de inversiones mineras”.
También destacó la necesidad de acompañar el desarrollo minero con infraestructura adecuada: caminos, energía y servicios básicos. “Hoy esos elementos no están garantizados, pero si el Estado no puede avanzar, lo haremos nosotros. Tener oro no sirve si no hay acceso ni comunidad organizada”, remarcó.
En un contexto en el que varias empresas buscan consolidarse en San Juan, el director de AISA insistió en la importancia de actuar con responsabilidad frente a la comunidad. “No se puede generar falsas expectativas. No podemos prometer empleo masivo a tres meses si no está fundamentado. Las comunidades esperan que se hagan las cosas bien, y debemos estar a la altura”.