En una histórica jornada democrática, Javier Milei asumió ayer la Presidencia de Argentina con un duro discurso en el que anunció que «comienza una nueva era en el país» que dará por terminada «una larga y triste historia de decadencia y declive», a la vez que subrayó que «no hay alternativa posible» a la de aplicar medidas de «ajuste» y «shock» que impactarán «de modo negativo sobre el nivel de actividad económica, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes».
El libertario trazó un duro diagnóstico a corto y mediano plazo al revelar datos de lo que planteó como ‘la ‘peor herencia de la historia’ que le deja el gobierno kirchnerista.
«Sabemos que de corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo», dijo Milei en un mensaje pronunciado al aire libre desde las escalinatas del Congreso, de cara a miles de personas que agitaron banderas argentinas. Fueron miles de almas que le hicieron el aguante a lo largo de toda la jornada en los alrededores del Congreso y la Casa Rosada bajo un sol implacable pero llenos de esperanza por un cambio de paradigma en la argentina y con la emoción a flor de piel.
Antes de hacer este duro diagnóstico de la realidad, Milei recibió los atributos de presidente en el recinto parlamentario y ante la Asamblea Legislativa en la Cámara de Diputados. Lo hizo de manos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
En su mensaje, detalló que «ningún gobierno ha recibido una herencia» económica «peor» de la que le tocará al suyo y destacó que la saliente gestión de Alberto Fernández dejó «plantada una inflación» potencial «de 52% mensual» y «15.000% anual».
«Nos han dejado plantada una hiperinflación. Vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla. Vamos a hacer los máximos esfuerzos posibles para impedir esta catástrofe» que dejaría al «90% de la población en pobreza» y al «50%» de ella, en la indigencia, explicó. Y agregó: «Hoy comienza una nueva era en la Argentina. El desafío que tenemos por delante es titánico».
Lo más llamativo frente a la crudeza del estado actual de la economía, fue los aplausos que Milei recibió al informar que ‘no hay plata’ y que habrá que hacer un ajuste del 5% del PBI. Pero aclaró que esta vez el ajuste lo hará el Estado no el sector privado.
En su discurso, pronunciado de cara a sus seguidores, que se ubicaron sobre la Plaza del Congreso, el flamante mandatario sostuvo que los argentinos deberán afrontar un período de estanflación, la combinación entre altos niveles de inflación y caída de la actividad económica. «Tengo que decírselos de nuevo: no hay plata», sentenció.
El ajuste que pondrá en marcha, según advirtió, «impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes», aunque prometió que, «a diferencia del pasado, caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado».
«Dejen que sea muy claro en esto: ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros. El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos -esto es superávit fiscal y externo- hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI», resaltó.
Milei reiteró que el escenario económico de «estanflación» que vivirá la Argentina «no es algo muy distinto a lo que pasó en los últimos 12 años, cuando el PBI per cápita cayó 15% en un contexto donde acumulamos 5.000% de inflación».
En materia social, refirió Milei, el país que recibe tiene a la mitad de la población en la pobreza y «con el tejido social completamente roto. Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que lo único que genera es más pobreza», evaluó.
Sobre la deuda en pesos, el flamante Presidente se refirió que hay que «desarmar la bomba» del stock de Leliqs y Pases Pasivos, que suman en total alrededor de $22,5 billones. También señaló que «las deudas por importadores superan los 30.000 millones de dólares y las utilidades retenidas a las empresas extranjeras alcanzan los 10.000 millones de dólares», en tanto que «la deuda del Banco Central e YPF suman 25.000 millones de dólares y la deuda del Tesoro pendiente suma unos 35.000 millones de dólares adicionales». Además, cuestionó la política sanitaria para enfrentar a la pandemia de Covid-19, un momento en el que, opinó, «si los argentinos hubiéramos hecho las cosas como la media de los países del mundo, hubiéramos tenido 30,000 muertos. Gracias al ‘Estado que te cuida’ y su ineficiencia, 130,000 argentinos perdieron la vida», afirmó.
“Si Sarmiento se levantara”….
En su duro diagnóstico de la realidad, Javier Milei también señaló el «deterioro» educativo del país, donde «el 84% de nuestros chicos no termina la escuela en tiempo y forma» y, «a su vez, el 70% de los que sí terminan no puede resolver un problema de matemática o comprender un texto. Si se levantara (Domingo Faustino) Sarmiento y viera qué hicieron de la educación», dijo con tono reflexivo.
En otro tramo del discurso también citó «una frase sobresaliente» de quien consideró «uno de los mejores presidentes de la historia, Julio Argentino Roca: ‘Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios». También se comprometió a luchar contra el delito, especialmente el narcotráfico en la ciudad de Rosario. «El narcotráfico se apoderó de nuestras calles y las fuerzas de seguridad han sido humilladas» durante los últimos años. «Se acabó con el ‘siga, siga’ de los delincuentes», advirtió.
El nuevo presidente de la Nación también fue tajante a la hora de referirse a los piquetes y los movimientos sociales: «Este nuevo contrato social nos propone un país distinto, un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos, un país en el que el que las hace, las paga. Un país en el que quien corta la calle, violando los derechos de sus conciudadanos, no recibe la asistencia de la sociedad, puesto en nuestros términos: el que corta, no cobra». La dura frase quedó resonado y puso, casi de inmediato, en alerta a líderes piqueteros que ya plantean una marcha para el 19 y 20 de diciembre.
«Un país que dentro de la ley permite todo, pero fuera de la ley no permite nada. Un país que contiene a quienes lo necesitan, pero no se deja extorsionar por aquellos que utilizan a quienes menos tienen para enriquecerse a ellos mismos», agregó.
«Represivo e intolerante», coincidieron Eduardo Belliboni y Daniel Menéndez, principales referentes del Partido Obrero y de Barrios de Pie, organizaciones antagónicas que parecen próximas a un acercamiento. Por lo pronto, Belliboni convoca a una protesta los próximos 19 y 20 de diciembre.
Consultados, tanto Menéndez como Belliboni sostuvieron que «no nos sorprende» el discurso de Milei, en línea con lo que definieron como una «ofensiva contra los trabajadores» de parte de «una persona represora», «con un sesgo de intolerancia».